Sin latido – El duelo perinatal
En esta entrada comparto contigo un maravilloso reportaje, titulado «Sin latido» de Irene Blay y Jordi Zorrilla.
En el reportaje se ha dado cabida a la visión de los padres que han sufrido estas dolorosas pérdidas, y también se ha dado voz a los profesionales de la salud que viven a diario estas situaciones, mostrando en este caso unos profesionales de una gran calidad humana.
Es muy importante el dar visibilidad a la muerte perinatal.
Estas pérdidas que abarcan desde los abortos, muertes en el útero, muertes en el momento de nacer, muertes de bebes prematuros, e incluso cuando un bebe es dado en adopción.
Es necesario que por fin el duelo perinatal sea admitido y considerado por nuestra sociedad, ya que han sido hasta ahora unos duelos invisibles, silenciados, incomprendidos y no reconocidos por el entorno social, familiar y laboral.
Mi propia experiencia
Yo misma pasé por tres abortos y no tuve la suerte, en ninguno de ellos , de encontrar en el equipo médico esa calidez , comprensión y ayuda, que en esos momentos tanto necesitaba y que sí que se muestra en este reportaje.
En el reportaje, los mismos profesionales comentan, que desgraciadamente aún no se tiene en cuenta en todos los hospitales y centros de salud .
Hay falta de protocolos y falta de conciencia de la importancia del acompañamiento emocional, durante y después, en estas situaciones de pérdidas repentinas y tan dolorosas .
Mi propósito como terapeuta es el de dar a conocer esta vivencia donde “buscando la vida te encuentras con la muerte “ y por mi parte seguiré proporcionando a todos estos padres un espacio de acompañamiento.
Un espacio donde puedan expresarse, puedan dar nombre a lo que les ha ocurrido, puedan encontrar explicación desde la mirada transgeneracional , que es mi especialidad.
Sanando así la culpa y el ¿por qué a mí? que muchas veces viene de la mano de estas muertes.
Y proporcionándoles recursos para que puedan realizar el duelo y aprender a vivir con esta pérdida, desde la comprensión y la paz interior.
» Sin latido » de Irene Blay y Jordi Zorrilla
Aprovecho desde aquí agradecer a Irene Blay y Jordi Zorrilla , por haber ayudado a sacar a la luz esta realidad , que aunque se quiera esconder o minimizar , está presente en la vida de muchas personas.
Hola me llamo Míriam.
Comentas también sobre los abortos, tuve un aborto de un embarazo de 8 semanas, pasando por legrado, y la verdad es que por parte del equipo médico, tanto el ginecólogo que me atendió en el ambulatorio como después en el hospital, fue como un trámite , en mi caso no sentí la menor empatia por su parte, al contrario , un trato muy frío y distante.
Recuerdo en el momento de la ecografía, como el ginecólogo me dijo aquí no hay nada, está vacío, sin más, a mi se me saltaron las lágrimas , ese «aquí no hay nada» refiriéndose a mi embrión , así sin más, él ni se inmutó , yo me quedé llorando , sin poder ni hablar y me dijo , si quieres puedes ir directamente al hospital , casi sin mirarme ni a la cara. Y en el hospital, el trato más de lo mismo. Puro trámite, además que me pusieron en la misma planta que los embarazos llegados a término, oyendo a los otros bebes llorar .. fue muy duro.
Aún me duele al recordarlo , cuando volví al ginecólogo después del legrado, me dijo, esto no es nada, suele pasar, vuelve a intentarlo cuando te baje la primera menstruación. Y haz vida normal. Y yo me pregunté ¿cómo hago vida normal ahora?. En fin ….
Me volví a quedar embarazada, pero aún recuerdo el miedo profundo en el momento de hacerme la primera ecografia, por suerte esta vez si que pude escuchar el latido de su corazón, el de mi hija.
Te doy las gracias por este escrito y también por el trabajo que se que realizas .
Míriam.
Muchas gracias por compartir tu experiencia , yo misma y seguro que muchas otras mujeres, desgraciadamente, se sentirán identificadas por haberse encontrado en tu misma situación , en un entorno médico que minimiza esta pérdida.
En el caso de las pérdidas durante el primer trimestre de embarazo aún el duelo es menos reconocido, y nuestro entorno no tiene en cuenta el significado profundo que el bebe tenía para los padres, aunque aún no hubiera nacido.
Un abrazo muy fuerte.